Elemento arquitectónico es cada una de las partes funcionales o decorativas de una obra arquitectónica, de modo que cada uno de ellos funcionaría como una palabra del lenguaje arquitectónico del que la arquitectura sería la sintaxis. Como el objeto de la arquitectura es la producción de espacio arquitectónico, habitualmente mediante la cubrición del espacio, los elementos arquitectónicos pueden clasificarse en:
Elementos sustentados: esencialemente el dintel y el arco, que originan (por desplazamiento como generatrices geométricas) las cubiertas planas y las cubiertas abovedadas (bóveda y cúpula -en este caso por rotación-). También todas las formas de viga y tejado. También cada una de sus partes (por ejemplo las dovelas en el arco, el arquitrabe, el friso y la cornisa del dintel clásico, el artesonado de un techo, las decoraciones sustentadas, como mocárabes, etc.
Elementos sustentantes: pilar y columna (según su sección sea poligonal o circular), y todos los tipos de muro (clasificados atendiendo a su regularidad o material: muro ciclópeo, de mampostería, de sillar, de sillarejo, de ladrillo, de adobe, de tapial etc.), de contrafuertes y de cimientos. También sus partes, como la basa, el fuste y el capitel de una columna clásica.
Algunos elementos estructurales son a la vez sustentantes y sustentados, como trompas o pechinas en las cúpulas o arbotantes en determinadas bóvedas o los tirantes de la estructura de un tejado; o cumplen funciones dinámicas, como las escaleras; o se disponen como pavimentos.
Es decisiva arquitectónicamente la ausencia de elementos o vacío, es decir, los vanos: todo tipo de ventanas y puertas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario